La alerta de Rosanna Costa: “Debemos ser cuidadosos en no volver a abrir flancos que puedan generar mayor incertidumbre”

Una disminución de la incertidumbre interna en las últimas semanas destacó este martes la presidenta del Banco Central, Rosanna Costa. La economista recalcó que, hacia adelante, “es vital que mantengamos condiciones que nos permitan ir reduciendo estos niveles de incertidumbre”, y alertó que “debemos ser cuidadosos en no volver a abrir flancos que puedan generar mayor incertidumbre e impactos negativos, tanto en el mercado de capitales como en la inflación y en la economía en general”.

En el seminario “Visión Económica 2022–2023 ¿Punto de inflexión?” organizado por Sofofa, la timonel del ente rector reconoció que “2022 completó un trienio complejo, con shocks inéditos, alta incertidumbre, inflación en niveles muy altos y la percepción de que vivimos en un mundo donde los riesgos han aumentado”. 

“Lo que siempre observa el Banco Central es el proceso completo de la macroeconomía, y en la medida que estimemos que este proceso da certezas suficientes de la convergencia de la inflación, tomaremos las decisiones que corresponda”,
dice Costa.

Sobre el acuerdo para iniciar un nuevo proceso constituyente, la autoridad monetaria recordó que el Central ha sido “muy institucional, muy obediente de las instituciones” durante todo el intertanto. “Nos parece valioso que en este país logremos acuerdos relevantes y transitemos con acuerdos relevantes”, dijo, y agregó que “eso en ese sentido es una buena noticia, tener acuerdos y caminar en los desafíos que enfrentamos”.

Si bien reconoció que lo que viene “es un proceso incierto”, planteó que se puede ir manejando la incertidumbre, y que “el ideal es poder ir acotando los espacios de incertidumbre que penetran en la economía” a través de los precios de nuevos activos y de las decisiones de los agentes. Así, recalcó que “un buen manejo de la incertidumbre va a ser importante”.

La jefa del Consejo del instituto emisor insistió en que en el proceso anterior el Central fue “absolutamente técnico”, y así lo será en adelante, respetando la institucionalidad. Pero, comentó que en la entidad “valoramos mucho que se valore la autonomía del Banco Central”. 

Un primer recorte 

La economista recordó que la tasa de política monetaria se ubica en 11,25%, y afirmó que se mantendrá en ese nivel “hasta que el estado de la macroeconomía indique que se ha consolidado el proceso de convergencia de la inflación a la meta de 3%”. 

Cuando el mercado prevé que el primer recorte a la tasa de política monetaria sería en abril, Costa señaló que no existe una variable determinante para esta decisión. “Lo que siempre observa el Banco Central es el proceso completo de la macroeconomía, y en la medida que estimemos que este proceso da certezas suficientes de la convergencia de la inflación, tomaremos las decisiones que corresponda”, explicó, y agregó que un aspecto clave será que la economía complete el “necesario e ineludible” ajuste de los desequilibrios macroeconómicos que acumuló en trimestres pasados. 

La economista aseveró que “si la economía no se ajusta, no lograremos contener la inflación”. Y, aseguró que “retomar niveles de producción y gasto sostenibles acordes con la capacidad productiva del país es una condición ineludible para que la inflación retorne a la meta de 3% en un horizonte de dos años”. Eso significa, adelantó, que el Producto Interno Bruto seguirá registrando caídas trimestre a trimestre, y la economía transitará hacia brechas negativas durante gran parte de los próximos dos años. 

Al mirar hacia atrás y enumerar los shocks que ha sufrido la economía -como el déficit de cuenta corriente de 9,9%, o la inflación cuatro veces por sobre su meta-, la presidenta advirtió que “tenemos que ser cuidadosos, tenemos que asegurar la convergencia y equivocarnos en la parte final puede ser muy costoso”.

Costa incluso se refirió al Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre, que subió un 13,3% anual. Si bien reconoció que fue más alto de lo esperado, recordó que la clave está en mirar la tendencia, la que en este caso sigue siendo decreciente hacia adelante, según sus estimaciones. “También representa un llamado a no adelantar conclusiones favorables a partir de un dato, como pudo haberse hecho con la inflación de octubre, que había sorprendido en la dirección opuesta”, dijo.

La visión de Marcel

El ministro de Hacienda, Mario Marcel, también participó en el seminario, y si bien planteó que ha habido “avances importantes” en cuanto a reducir la incertidumbre, afirmó que seguir moderándola “es en buena medida el principal desafío que enfrentamos hoy día”. 

“Todavía tenemos un panorama con nubes”, dijo el jefe de las finanzas públicas, y reconoció que “por supuesto que no va a terminar de despejarse todo eso hasta que hayamos completado todo nuestro proceso constitucional”. Pero, afirmó que “lo que es innegable en este momento es que tenemos una oportunidad para completar de manera exitosa la transición en la que hemos estado en materia macroeconómica, productiva y política”. 

Agregó que “aún cuando tengamos metas importantes a la vista, tenemos que ser conscientes de que tenemos un entorno difícil, que hay tentaciones populistas y que no existen atajos en el desarrollo de los países”. Y, añadió que “el pesimismo exacerbado, la confrontación ideológica, la desconfianza, son parte de un entorno en que podemos y debemos contribuir a cambiar”, asegurando que “como gobierno estamos plenamente disponibles a hacer nuestra parte”.

El secretario de Estado también abordó el mejor panorama para el crecimiento este año, y señaló que las proyecciones de distintos actores apuntan a que el punto más bajo en términos de nivel de actividad se va a alcanzar el primer trimestre del 2023. Recalcó, además, que durante el próximo año “vamos a tener recuperación de actividad trimestre a trimestre, eso está prácticamente en todas las proyecciones”. 

La autoridad también repasó las estimaciones para la inversión, que dijo va a crecer al menos 3%. Y, aunque considera que esto es una “buena noticia”, alertó que “no nos asegura que para adelante logremos mantener un buen nivel de inversión”. 

El PIB per cápita, en tanto, se ubicaría en promedio en US$ 23.900 entre 2020 y 2023, con un crecimiento del 1,9% en el mismo tramo. Esto “corresponde más o menos a nuestro nivel de per cápita para la relación estadística que uno puede encontrar en un conjunto de países”, comentó.